Tarterectomía con o sin flúor: Un Tratamiento Clave para la Prevención Dental

La tarterectomía, o limpieza dental profesional, es un tratamiento preventivo que elimina el sarro y la placa bacteriana acumulados en los dientes y encías. Es esencial para mantener una buena salud bucodental y prevenir problemas como la gingivitis y la periodontitis, que pueden dañar los tejidos que sostienen los dientes.

¿En Qué Consiste la Tarterectomía?

Este tratamiento se realiza en la consulta del odontólogo mediante instrumentos manuales o ultrasónicos que desprenden el sarro de los dientes. A menudo se complementa con flúor, que fortalece el esmalte dental y protege contra las caries. La aplicación de flúor es opcional, pero recomendada para aquellos con mayor riesgo de caries.

Finalidad y Diferencias con Otros Tratamientos Preventivos

La tarterectomía se enfoca en la eliminación del sarro, una placa endurecida que no puede eliminarse con el cepillado diario. Esto la distingue de otras limpiezas dentales más superficiales que no alcanzan la profundidad necesaria para combatir el sarro. Su objetivo principal es prevenir enfermedades dentales, reducir el riesgo de inflamaciones y proteger los dientes.

Frecuencia y Pacientes Indicados

Es recomendable repetir la tarterectomía una o dos veces al año, aunque en personas con una mayor acumulación de sarro o problemas periodontales, puede ser necesario realizarla con mayor frecuencia. Está indicada para cualquier persona que busque prevenir problemas dentales, y es especialmente importante para fumadores, diabéticos o quienes no realizan limpiezas regulares.

Contraindicaciones

Aunque es un tratamiento seguro, no se recomienda en personas con infecciones graves en las encías o hipersensibilidad extrema. Pacientes con condiciones médicas específicas, como prótesis cardíacas, deben consultar con el odontólogo antes del tratamiento.

Una Prestación Gratuita con ASISA Dental

Con ASISA Dental, la tarterectomía con o sin flúor es una prestación gratuita, lo que permite a los asegurados acceder a este tratamiento preventivo sin preocuparse por los costes, que como paciente privado pueden oscilar entre 50 y 100 euros. Es una opción ideal para mantener tu salud dental al día y evitar complicaciones mayores en el futuro.